Sueños.
Soñé que sobrevolabas por encima
de mis ideas.
Soñé que tú eras el faro de mis
ambiciones.
Soñé que cada mañana me perdía en
el claro azul de mi retina.
Sueño en las noches demasiado
eternas, esperando
las horas para volverte a ver.
Soñé que aunque la noche se
aproxima.
La esperanza nos ayuda a
sobrellevarla.
Soñé que mirando la sonrisa de un niño me sentí reflejado, así como a mi padre.
También a mi abuelo y más allá a
los suyos.
Sueño que la vida es la parte más
ínfima de un pensamiento.
Aun así es brutalmente hermosa.
Soñando sé que un día, la de los
mil nombres,
vendrá a darme la mano.
En lo fútil del intento, alegaré
que no fui lo suficientemente
feliz.
¡QUE SEAN TODOS MUY FELICES!