Un hombre había pintado un lindo cuadro.
El día de la
presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos,
periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso
pintor, reconocido
artista.
Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.
Era una impresionante figura de Jesús
tocando suavemente la puerta de una casa.
Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.
Hubo discursos y elogios. Todos admiraban
aquella preciosa obra de arte.
Un observador muy curioso, encontró una
falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura.
Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?”
"Así es," respondió el pintor.
"Porque esa es la puerta del corazón del hombre, sólo se abre por el
lado de adentro"
Hola. Amigos y
amigas. Ágamos que la puerta de nuestro
corazón esté siempre abierta a la llamada de Dios. Él, nunca defrauda.
IMAGEN DE INTERNET.
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viernes, 6 de marzo de 2015
PALABRAS QUE BRILLAN
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