martes, 12 de octubre de 2021

GLOTONERIA


MICRORELATO

Colgó el cesto de las galletas recién hechas, para que los niños no llegaran a ellas

Pero uno de ellos logró  alcanzarlo se dio un atracón  Estuvo tres días  con  dolor de vientre Nunca más comió galletas.


14 comentarios:

chica dijo...

rsssssss...As crianças e suas sapequices. Lindo de recordar! beijos, chica

CHARO dijo...

Me ocurrió algo parecido pero con leche condensada una vez y en otra con merengue.Con el tiempo seguro que volvió a comer galletas cómo hice yo con las dos cosas que me empacharon.Besicos

Sara O. Durán dijo...

Jajaja. Las galletas siempre han sido alcanzadas o encontradas por los niños de donde sea.
Un abrazo.

Tracy dijo...

De niños nos suele ocurrir eso y no sólo con galletas.

Ester dijo...

Yo podría haber sido ese niño. Abrazos y una sonrisa

Albada Dos dijo...

Es que lo prohibido, o escondido :-), se hace tentador.

Un abrazo, y feliz día

Mónica dijo...

Que pecado. La tentación no esperar para comerse un dulce.
Un abrazo y feliz día.

AMALIA dijo...

Una tentación irresistible.
Un abrazo.

Francisco Espada dijo...

He visto cosas similares en la lejana infancia. Cosas del no comedimiento y ya sabemos que los excesos se pagan.
Un abrazo.

Somos Artesan@s de la Palabra dijo...

Me encantan las personas que logran condensar una historia en pocas palabras, cuyo significado es muchísimo.
Felicitaciones Josefa.
Cuando quieras, pasá por nuestro blog, serás muy bienvenida
https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/

Conchi dijo...

Me has traído recuerdos de mi niñez "no es que me diera un atracón de nada" pero si que mi madre colgaba las madalenas, mantecados, etc en alto para que no las comiéramos antes de tiempo.

Abrazos.

Jose Alcaide dijo...

Pues las galletas sí que las he vuelto a comer, pero nunca más los garbanzos tostados, con los que me ocurrió lo mismo.Y no fué por avaricia, es que tanto unas como otros estaban buenísimos. Lo de las galletas lo recuerdo muy vagamente, debia tener 4 ó 5 años, en cambio el hartón de garbanzos tostados si, pues me los dió nuestra Madre un día que me iba a guardar Pavos al campo... ¡¡Solo estuvieron en el estómago media hora, los devolví todos.¡¡ Yenía 8 años, y nunca los he podido volver a comer. Gracias, Pepita, por recordarlo.Yo creo que a esas edades, inconscientemente debémos pensar todos algo así como dicen estos versos:

Comida, que me pongan ahora la que quieran, que aquí estoy yo.
( Por si acaso no pudiera con ella luego de mayor.)

Jose Alcaide dijo...


Gracias a todos tus simpatizantes por sus comentarios. Menos mal que la rotura del ordenador fué solo un sueño, pues aquí nos volvemos a ver. Abrazos para todos.

Gracita dijo...

Ah mas a tentação de saborear os deliciosos biscoitos foi maior da que a necessidade
Uma história, Josefa
Um abraço