El pasado jueves día dos leí en la hojita del taco del almanaque del Sagrado Corazón de Jesús una biografía que me pareció admirable y digna de compartir con todos vosotros.
Martha Robin- 1922- 1881
Fue una campesina que estuvo en cama 53 años. Se calcula que recibió en su casa a más de 100.000 personas para escucharlas, aconsejar las y alentarlas. La visita a Martha les cambió la vida a muchas de esas personas: suscitó vocaciones sacerdotales y la vida consagrada, también conciliaciones. Más de 40 obispos y cardenales fueron a ver a esta enferma, cuyo testimonio y fecundidad espiritual fueron asombrosos. Junto con el padre Fines ella está en el origen y fundación de los Foyers de Charité.
A los 16 años la alcanzó una dolorosa enfermedad (encefalitis epidémica).
Conoció la angustia y la rebelión. A los 26 años, en diciembre de 1928, al recibir los sacramentos, tuvo un encuentro místico con el sagrado Corazón de Jesús y una vida nueva invadió su corazón: el sentido de su vida enferma. Unida a la de Cristo, su vida podía convertirse en fecunda para la Iglesia y para el mundo y así fue: “El Corazón de Jesús es la morada inviolable que he escogido en esta tierra”. La ventana de su pequeña habitación estaba abierta al mundo entero.
Durante 50 años se alimentó de la Eucaristía y ofreció su vida enferma.
Martha Robin- 1922- 1881
Fue una campesina que estuvo en cama 53 años. Se calcula que recibió en su casa a más de 100.000 personas para escucharlas, aconsejar las y alentarlas. La visita a Martha les cambió la vida a muchas de esas personas: suscitó vocaciones sacerdotales y la vida consagrada, también conciliaciones. Más de 40 obispos y cardenales fueron a ver a esta enferma, cuyo testimonio y fecundidad espiritual fueron asombrosos. Junto con el padre Fines ella está en el origen y fundación de los Foyers de Charité.
A los 16 años la alcanzó una dolorosa enfermedad (encefalitis epidémica).
Conoció la angustia y la rebelión. A los 26 años, en diciembre de 1928, al recibir los sacramentos, tuvo un encuentro místico con el sagrado Corazón de Jesús y una vida nueva invadió su corazón: el sentido de su vida enferma. Unida a la de Cristo, su vida podía convertirse en fecunda para la Iglesia y para el mundo y así fue: “El Corazón de Jesús es la morada inviolable que he escogido en esta tierra”. La ventana de su pequeña habitación estaba abierta al mundo entero.
Durante 50 años se alimentó de la Eucaristía y ofreció su vida enferma.
He hecho mi propia reflexión sobre este ejemplo de vida. He llegado a la conclusión que no importa el impedimento físico si hay voluntad de superación y de llevar la alegría y la esperanza de vivir, a las personas que nos rodean.
13 comentarios:
Parece que la fe le ayudó en su desdicha,a fin de cuentas fue afortunada.
Besos
Es como dice Tere con fé pudo sobrellevar la dificil enfermedad que debió padecer,y eso es una fortuna que Dios la haya compensado con ese deseo de ayudar a otros y así tener alivio.
Dios nos hizo libres para elegir nuestros caminos esta mujer elijió un camino admirable,te doy las gracias querida Josefa por acercarme esta historia de vida que yo desconocía! te mando un fuerte abrazo y te deseo un bellisimo día!
Que hermoso y tierno lo que has compartido!!!!
Seres nobles que como ángeles ayudan más allá de su propio dolor.
Cariños
Hola Josefa:
qué bueno que Martha le encontró un sentido positivo a su vida,lo cual no ocurre con personas que tienen limitaciones físicas o de salud.Un buen aprendizaje para todos ellos.
Un abrazo desde Chile
Gracias mi querida Josefa por pensar en mí! te mando un abrazo enorme! estos momentos con esa gripe son dificiles porque estamos adentro casi todo el tiempo suspendieron las clases de nuestros hijos,y todas las actividades en los que se reuna gente,sales a la calle y ves la gente con barbijos ,ya se acostumbra uno a eso,te dejo un abrazo enorme y mil gracias por el cariño que me tienes,es mutuo,tu eres alguien muy especial para mi! te quiero mucho!
Es cierto que cuando
voluntad se puede lograr
grandes cosas.
La fe mueve montañas,
esto es grandioso.
Un fuerte abrazo para ti
querida JoSEFA.
La fuerza de la fe, a veces cura lo incurable.
Un abrazo desde MG
Hola Josefa.
No cabe duda que la fe en estos casos ayuda mucho.La historia nos recuerda anécdotas de personas admirables que han llevado su enfermedad con mucha paciencia y resignación.
Me alegra entrar en tu blog.
Saludos !!!
HOLA JOSEFA,QUE TENGAS UN BUEN FIN DE SEMANA.
BESOS
MARINA
Querida Josefa, cierto una vida ejemplar de fe y esperanza, de ayuda a los demás, ojala actuemos todos en sus mismas circunstancias igual que ella.
Feliz semana bonita
Una persona así es digna de admiración............la Fe,no me cabe duda, lo puede todo.Besicos.charo
Parece que mis vacaciones me habían hecho perderme esta entrada. La verdad es que los buenos ejemplos siempre vienen bien. Está visto que, según se enfoque, todo puede cambiar en la vida de una persona por más duras que sean las circunstancias y es un ejemplo de aplicación en todos los sentidos. Ha sido un acierto que hayas recogido esta historia que yo desconocía: igual que tantísimas cosas que nos pasan desapercibidas...Gracias, querida Josefa.
Tuve la gran fortuna de visitar la humilde casa en donde Martha Robin permanecio y vivió la pasion de Nuestro Señor Jesucristo, en donde se convirtió en una "custodia viviente"
Admirablemente sencilla su vida, llena de amor.
camarillo_Tt@hotmail.com
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