martes, 14 de febrero de 2017

DOS ESTRELLAS



Lejos estaba la leña, y todos los días cruzaba  el monje el  arenal.  Muchos años llevaba en el desierto,  y empezaba a encanecer.  A mitad del arenal, aparecía una fuente cristalina: sus ganas de beber las reprimía, y ofrendaba    al Señor  el sacrificio del agua. Entonces el Señor le encendía una estrella en el cielo.  Valía la pena pasad sed,  pues el premio lo compensaba.
Una tarde  le acompañaba un  joven monje. Cargados con la leña, cruzaban sudorosos, el arenal.  El joven,  con los labios resecos, gritó: “¡Padre, mira,  una fuente!”   .  Y el aciano
Reflexionó   “Si yo no bebo, tampoco  él se atreverá  a beber “   Y  se fue a la fuente, y se puso a beber y beber.  El  joven, feliz,  bebía y bebía. “¿Me faltará hoy la estrella?”  , sospechó el anciano. Al reanudar la marcha,  el Señor le había encendido dos estrellas.
(Justo López Melús,+2013). 

Esto queridos @ seguidores @   es lo que pasa cuando damos amor  generosamente a los demás   sin pensar  en nosotros mismos.   Que recibimos el cien por cien  de lo dado.


IMAGEN DE GOGLE