miércoles, 1 de junio de 2016

HAIBUN




ADIÓS AMOR MIO

Marina,  miraba impaciente el reloj,  Javier le dijo que saldría para Londres a las ocho de la tarde. Nunca se perdonaría no llegar a tiempo de despedirlo  deseándole que todo le fuera bien (Javier era  el primer amor de su vida).  Diez minutos   antes de las ocho salió del trabajo y  con prisa se dirigió a la estación. Deseaba volar, una fuerza irresistible le hacía caminar con presteza y ansiedad para llegar antes de que saliera el tren. Al llegar a la estación, vio  como el tren estaba a punto de salir… Javier estaba en la ventanilla. Una sonrisa de satisfacción iluminó su cara, Marina  lo  miraba desde el andén presintiendo que sería la última vez que contemplaría el rostro del hombre que había amado tanto. Él alargó sus manos,  ella las estrechó con amor, transmitiéndose  ambos  un  calor que salía del corazón.  Una vez más,  Marina, contempló aquel rostro tan varonil del que estaba enamorada.
Marina,  miraba con embeleso a Javier,  admirando su rostro  que para ella era perfecto. Javier amaba en Marina su bondad, su saber estar, su dulzura todo ello acompañado de un encanto singular. Que la hacía aun más bella de lo  que era. Y sobre todo su admiración por él, sintiéndose este muy alagado. Eran momentos de éxtasis que solo ellos sabían apreciar
Y ahora, allí estaban los dos, besándose separados por el lateral del tren que les separaría aun más y llevaría a Javier al destino elegido.  La crisis económica obligó a Javier a emigrar.
El tren se puso en marcha.  Marina sintió una profunda tristeza y  en lo más hondo de su ser sintió impotencia al pensar que quizás nunca más se volverían  a ver. Habían compartido durante  cuatro años un amor lleno de sombras y luces  A pesar  de todo. Se sentían felices  estando juntos, Solo vivían el presente, no pensaban en las sombras que a veces oscurecían una relación de amor puro y limpio.  
¿Se volverían a ver?
La realidad de la vida les hizo vivir solo el presente, el futuro quedaba muy lejos… y las esperanzas de regreso de Javier, muy escasas, por no decir nulas.
Después de algún tiempo la comunicación entre ellos se fue apagando.
Marina se casó fue inmensamente feliz. Sintiéndose amada y respetada.
 Por un amigo supo que Javier  también se había casado.
Ya, en la ancianidad se enteró que a miles de kilómetros, en un hospital, Javier  luchaba entre la vida y la muerte, estaba gravemente enfermo. Le hubiese gustado estar a su lado  acariciarlo y besarlo. Sentir su cercanía y como tantas veces antes  contemplar su  rostro  tan varonil y perfecto.
Por lo que supo, no pudo vencer la enfermedad y murió. Estaba solo, se había separado de su esposa y esta había muerto después.
Marina siempre sintió que en su corazón una pequeña fibra latía   al recuerdo de su primer  amor,  que a pesar de ser feliz,   añoraba.

Amanece
sin luna se va
la noche


A TODOS LOS SEGUIDORES DE ESTE HUMILDE BLOG LES DEDICO ESTE RELATO  INSPIRADO EN LA IMAGEN QUE ACOMPAÑA A ESTE POST.

ES UN EJERCICIO DE ESCRITURA CREATIVA.  GRACIAS POR LEERME.

IMAGEN DE GOGOGLE