HAIBUN

El rabo cortado

Tarde de verano. Año mil novecientos cuarenta y tres.
En las inmediaciones del pueblo, un grupo de niñas jugábamos al corro. Los niños se divertían jugando al fútbol y de vez en cuando nos asustaban con algún animalito. Un día cazaron una lagartija y el mas atrevido, con ella, en la palma de su mano, nos la iba enseñando. Corríamos asustadísimas, avisando a las demás, para que no se acercaran al que tenia el pequeño reptil.
Esto provocaba las risas de todos los chicos.
La lagartija se escapó de su secuestrador y este corrió detrás de ella y de un manotazo la cogió de nuevo pero con tan mala suerte que le cortó un trocito del rabito. Con curiosidad infantil chicos y chicas nos acercamos haciendo un corro, alrededor de la lagartija. , vimos como el rabito cortado seguía saltando y moviéndose como si estuviera vivo
Uno de los chicos, adelantándose al tiempo, dijo de pegarlo, pero las chicas guiadas por el instinto maternal y llenas de compasión dijimos de dejar en paz a la mutilada lagartija.
Los chicos aceptaron dejando en libertad al pobre animalito que corrió buscando una grieta donde meterse. Probablemente pensando... “De buena me he librado”...
El rabo cortado
de la lagartija
sigue viviendo
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