José os dedica este poema con todo cariño.
BARBA A LOS CASI OCHENTA
Muchos años hace ya,
Al cumplir dos veces veinte,
Me dejé la barba crecer,
Sin saber si físicamente
Iba a ganar o perder.
Diversas opiniones escuché,
Que hoy, que me la vuelvo a dejar
Casi cuarenta años después,
Quisiera con las actuales comparar.
No me será posible, pues muchos
De los que opinaron la primera vez,
Se marcharon ya para no volver.
Planteo de nuevo mi reto
Y continúo sin saber
Si tener o no tener barba
Me hace ganar o perder.
Pero eso no me preocupa,
Es cuestión sin validez,
Lo importante es seguir vivo,
Para poder hacer o deshacer.
No le parece a Vd.?
José Alcaide Maestre
Septiembre 2019
Creo que tiene razón, la barba es solo un adorno... lo importante es estar vivo.
ResponderEliminarMe alegra encontrarte en el blog, como siempre, señal de que tú también resistes los embates de la vida. Un abrazo.
Llevo barba desde mis cuarenta y pocos, con lo cual me quedan algunos para plantearme ese dilema. ;)
ResponderEliminarUn saludo.
Bien por él. La apariencia no importa. Lo que vale es el interior y el comportamiento.
ResponderEliminarBesos.
Le he leído algunas cosas y siempre sorprende su frescura al escribir. Un abrazo
ResponderEliminar,Muy bueno abrazo yo los prefiero sin barba son un golazo
ResponderEliminarNo puedo opinar en tu caso, pero en el mío sí que estoy de algo cierto. Me dejé barba en septiembre de 2012, después de toda una vida de afeitado diario y he ganado en comodidad. La estética no tiene para mí tanto valor ahora ni me obligan las exigencias laborales. Alguna ventaja tenía que tener hacerse mayor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues que siga haciendo poesía y dejándose barba hasta que doble la edad.
ResponderEliminarMatusalem es una de las barbas más famosa que existen. Creo
Me ha encantado el poema y es verdad que lo importante es seguir vivo para hacer y deshacer.Besicos
ResponderEliminarBuen poema.
ResponderEliminarLo fundamental es seguir adelante y con suerte.
Un beso.
Un poema original y genuino. La barba aporta solera y dignidad a muchos hombres de conocimiento, asi que si se está a gusto con ella, pues adelante con la barba.Buen poema.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable, amiga.
Seguro que le sienta bien.
ResponderEliminarA ver si le veo pronto. Un abrazo
ResponderEliminarQUERIDISIMOS SEGUIDORES DEL BLOG DE MI HERMANA JOSEFA, OS AGRADEZCO MUCHO VUESTROS COMENTARIOS ACERCA DE MIS HUMILDES POESIAS, ME SIENTO FELIZ SI ESCRIBIENDO COLABORO EN LA SATISFACCION DE NUESTROS AMIGOS/AS. GRACIAS, Y UN FUERTE ABRAZO PARA TODOS/AS.
jajaja.. Me gustó mucho tu poema y la duda que te trajo. Me llevó a la infancia: En la escuela habíamos leído algo así como que el de la barba, bastante larga por cierto, estaba feliz con ella, hasta que un nieto le preguntó: Abuelo y cómo duermes con la barba afuera o adentro de las sábanas? Cuenta el cuento que esta pregunta le generó inquietud por lo que desde ese día no dormía muy cómodo pues se despertaba para ver como lo hacía... Cosas de la niñez que se quedan grabadas. Perdón por el rollo. Saludos y cariños a mi querida amiga Josefa.
ResponderEliminarUn poema divertido José, ya te plantearas dentro de otros cuarenta que hacer.
ResponderEliminarAbrazos para los dos.
Hola Josefa.
ResponderEliminarMe encantó tu poema. Para mí tienes toda la razón. Que importa hasta donde llegue la barba si lo que importa en la vida es seguir vivos para continuar, hacer y deshacer.
Es una verdad como un templo.
Un abrazo de buenas noches.
Las barbas hacen interesantes a los hombres, a mí particularmente, me gusta la barba de tres días.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Josefa, por compartir tan bonito y simpático poema... Y José, tu mismo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, estimada amiga.