
Al autor y orador Leo Buscaglia, se le solicitó que fuera parte del jurado de un concurso. El propósito del concurso, era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un niño de 4 años cuyo vecino era un anciano a quien recientemente se le había muerto la esposa. El niño, al ver al hombre sentado en una banca del patio y llorando, se metió al patio del anciano, se subió a su regazo y se sentó. Cuando su mamá le preguntó que le había dicho al vecino, el pequeño niño le contestó: "Nada, sólo le ayudé a llorar”…
Los niños nos hacen ver cosas que pasan desapercibidas para los adultos.
IMAGEN Y
TEXTO DE LA WEB
Precioso el relato Josefa......es verdad que podemos hacer mucho bien ayudando a llorar a esa persona que lo necesita.Besotes
ResponderEliminarCuantas veces contenemos las lágrimas que nos dañan interiormente, necesitaríamos a alguien que no haga nada, solo que como ese niño, nos ayude a llorar. Besos Martha.
ResponderEliminares delicioso el relato.
ResponderEliminarUn beso
Tenemos tanto que aprender de los niños... Una delicia leer esta entrada Josefa.
ResponderEliminarBuena semana, un beso.
Leti
Gracias Charo por tu comentario:
ResponderEliminarA veces se agradece que te escuchen y sobre todo la caricia de un niño te llega al alma.
Martha: Contengo tantas veces las lagrimas... que en esos momentos agradeceria que alguien me ayudase a llorar. Solo en Dios tengo consuelo.Muchas gracias por tu visita.
ResponderEliminarJosefina es un placer leer tu comentario.
ResponderEliminarLeti: Me alegro que te guste esta
ResponderEliminarentrada.Besos
Cuantas veces nos empeñamos en decir no llores cuando lo que tendríamos que hacer es ayudar a llorar como lo ha hecho este niño.
ResponderEliminarEntrañable.
Un abrazo
Precioso relato Josefa. No hace mucho le pregunté a mi nieto de 3 años. "Roger, que te ha pasado esta noche?" "Nada, que he llorado porque no podía llorar".
ResponderEliminarEs cierto, aun me queda en el pensamiento su frase.
Un beso.
Es un relato muy dulce! los niños pequeños tienen la inocencia,la pureza y la sencillez que poco a poco vamos perdiendo,que pena que así sea,a veces se nos pasan por altos los gestos más simples de humanidad por ir corriendo tras a otras cosas,me encantó este post querida Josefa!un abrazo grande!
ResponderEliminarla mirada pura de un niño, sin pretensiones y totalmente en empatía con el entorno, sintiendo lo que hay que sentir...
ResponderEliminarPrecioso.
Gracias
Mientras el dolor pasa triste-mente,
ResponderEliminarEl alma con su funda protegida,
Recoge de las penas día…día,
Llanto, olvido, compasión y amor latente.
Con todo el cariño mi recuerdo un abrazo y muchos besos
Marina
Es cierto que los niños hacen cosas que "ya" hemos dejado de hacer los mayores. "Si no os violvéis como niño, no entraréis en el Reino de los cielos.
ResponderEliminarJosefa, muy buena reflexión.
Sabes que te aprecio.
Abrazos.
Buen relato Josefa, el niño, muy inteligente.Besos guapa.
ResponderEliminarEl llorar alivia mucho pero a veces no queremos hacerlo.
ResponderEliminarSolamente hay que pasar un rato con los niños para ver lo que nos enseñan.
Son sorprendentes y maravillosos.
Un beso mi querida amiga.
Que bonito, es lo que más te llega al corazón cuando estamos tristes, que nos acompañen y entiendan, sólo eso.Un abrazo.
ResponderEliminarMuy emotivo el relato
ResponderEliminarquerida amiga.
Con un poco de tardanza
pero ya estoy aqui,para
dejarte mil cariños.
Maria: me alegro que te aya gustado.
ResponderEliminarBesitos.
Chelo: LLorando se descargan las penas y sin embargo, no sabemos ayudar a quien llora.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Josep: Querido amigo es un placer tener tu comentario. Los niños nos dan cada lección...
ResponderEliminarUn beso.
Isol: Que lastima que vallamos perdiendo la inocensia con la madurez.
ResponderEliminarUn beso grande
Mercedes: Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegro que te guste.
Marina: Gracias por traer a este espacio. Una linda poesía.
ResponderEliminarMi aprecio y cariño de siempre.
Manrique: Es un placer verte por aquí. Un beso.
ResponderEliminarMeugenia: Gracias por venir hasta aquí. Besitos
ResponderEliminarTeresa: Si fuesemos como niños el mundo seria distinto.
ResponderEliminarUn abrazo con todo cariño.
Trimbolera:Como, se agradece que nos acompañen cuando estamos en un momento bajo.
ResponderEliminarUn beso.
Consuelo: Hay un refran que dice
ResponderEliminar"mas vale tarde que nunca" Tu aunque tardes siempre eres
bien venida.
Un beso con todo mi cariño.
Aqui también me fui sin comentar cuando quería decirte que hace tiempo lo había recibido en pps.
ResponderEliminarEs extraordinario lo que los niños nos pueden enseñar con su inocencia y alma pura.
Un abrazo.
Ambar.
Hola, Josefa:
ResponderEliminarLos niños son verdaderos maestros, mucho tenemos para aprender de ellos.
Un abrazo.
Hola Josefa, había escuchado de su blog pero hasta hoy no lo había podido ver pues no tengo internet. Me conmovió mucho la historia del niño y el anciano. Gracias por compartirla. Como soy una apasionada del haiku pues la pensé en esta estrofa
ResponderEliminarDía de noviembre.
Día de noviembre.
Solo en un banco, llora
el vecino viudo.
Caen las hojas.
Tras la ventana el niño
mira al abuelo.
Sombra en el muro.
Al patio del anciano
brinca el pequeño.
Sol de la tarde.
Se acurruca el chicuelo
sobre el anciano.
Solo los trinos
y el calor del niño
en el regazo.
Feliz año a todos y un abrazo desde Cuba, María Elena
Gracias Ambar por tu compañia.
ResponderEliminarUn beso.
Los niños en su inocencia. Nos sorprenden.
ResponderEliminargracias Rafael.
Anónimo: Gracias por estos hermosos haikus que me has dejado.
ResponderEliminarMe han encantado.
No dejes de visitar el blog de josefa. Espero tus haikus.
Besos.